martes, 20 de abril de 2010

Amberes, Bélgica



Cuando me ofrecieron pasar 6 meses en Amberes, no me imaginaba que iba a ser una ciudad tan espectacular, pero la verdad es que lo és, aunque quizá sea porque yo la recuerdo de manera especial.

Lo primero que te sorprende de esta ciudad es la estación de tren, “Antwerpen Centraal”. Un edificio enorme, con varios pisos y en cada piso multitud de vías. Y no solo lo hace por su magnitud, también por su belleza que combina la modernidad de los trenes belgas (sin duda la mejor manera de moverse por Bélgica) con el neobarroco del edificio. Está casi toda construida con mármol y metal, culminada con una gran cúpula central que hacen de esta estación un monumento digno de visitar. Y además casi obligado, porque aunque mucha gente no lo sepa, Amberes posee un aeropuerto, pero solo conecta con Reino Unido. Otro dato a añadir de la estación, es que está pegado al zoo de la ciudad, uno de los más importantes de Europa.

Cuando sales de la estación te topas con una calle plagada de tiendas de diamantes. Aunque contrariamente al material que venden, tampoco es que tengan mucho “glamour”, y no es raro encontrar vendedores fuera de las tiendas que te quieren enganchar para venderte algo. Pero bueno, lo cierto es que cuando llegué, no tuve mucho tiempo para ver tiendas, ya que no tenía casa y tenía que apresurarme para encontrar algo. Mientras duraba esta situación me vi obligado (como mucha otra gente) a tirar de hostal y el primero en el que me hospedé fue el International Youth Hostel.
Está situado en la calle Provinciestraat, en pleno barrio judio y bastante cerca de la estación. Si vais bien de dinero y vuestra estancia va a ser corta lo recomiendo, ya que las habitaciones están bien y es bastante acogedor. Los precios oscilan entre los 15 y 30 €. Pero si no, como fue mi caso (me tuve que cambiar a la semana y media aproximadamente, ya que seguía sin encontrar casa) lo más barato es el Boomerang. ¡Y ya podía ser barato! Lo primero que te sorprende al entrar es el olor… En fín! Pero bueno no puedo hablar mal de éste hostal porque en él pase días increíbles y conocí a mucha gente que tampoco tenía casa. Así pues lo recomiendo para esa gente que no vaya muy “sobrada” económicamente. Está en Lange Leemstraat 95, una calle larguísima un poco alejada del centro.
Durante mi estancia en estos hostales, pude disfrutar de uno de los barrios más bonitos y curiosos de esta ciudad: el barrio judío, lleno de edificios señoriales y transitado continuamente por judíos con sus típicas vestimentas negras, sombreros y patillas largas. Además, este barrio tiene una de las principales joyas de la ciudad: el Stadspark, un parque enorme y pobladísimo de árboles. Por sus caminos, más parecidos a un laberinto que a un parque corriente, puedes encontrar conejos, una especie de gallinas salvajes, y una infinidad de lagos con patos y cisnes. También esculturas de la 2ª guerra mundial y hasta una discoteca. Además, en invierno se congela y es posible patinar sobre el lago. Pero sin duda, lo mejor es visitarlo en Otoño, ya que se pone precioso y no es raro ver gente de picnic. Yo lo he podido comprobar y es algo que vale la pena.

Saliendo del barrio judío por el Oeste, te encuentras con una de las principales avenidas que vertebran esta ciudad: Britis Lei, aunque en su largo recorrido cruzando toda la ciudad, cambia varias veces de nombre y la puedes encontrar como Amerikalei, Frankrikj Lei e Italie Lei. A lo largo de esta super-avenida, pasan muchas lineas de tranvia y de autobuses, y también consta de carril bici, la mejor opcion para moverse por Amberes.

Pero sin duda el principal atractivo de Amberes es su espectacular casco histórico. Empezando por la calle Meir, una preciosa calle peatonal donde se concentran la mayoría de tiendas de moda de la ciudad, además de lujosas galerías, restaurantes y edificios asombrosos. Además, no es raro encontrar músicos o mimos ambientando aun más si cabe. Al final de la calle Meir, se puede ver uno de los símbolos de la ciudad: la Boerentoren. (o el edifico de la KBC como le llamábamos nosotros por el enorme cartel de éste banco que luce en lo alto). Éste edificio mide 97m y es visible desde muchos puntos de la ciudad. Es símbolo del poder económico y comercial de Amberes y se considera el primer rascacielos de Europa, ya que se costruyó en 1930. Y llegamos a lo que es el centro de Amberes propiamente dicho. Primero a la Groenplaats, una gran plaza llena de terracitas perfectas para sentarse y disfrutar de la tarde, siempre y cuando el clima acompañe (que no suele ser normal), con pintorescos edificios y puestos de flores. En el centro, una escultura al pintor Rubens (gran orgullo de la ciudad) y dominando, la imponente Catedral de Nuestra Señora, de estilo gótico. Lo primero que llama la atención de esta catedral es su torre, altísima, y lo segundo, es que al lado hay otra torre igual pero sin terminar de construir. Cuenta la leyenda, que Amberes competía con las ciudades vecinas para comprobar quien era capaz de construir la catedral más alta, pero se quedaron sin dinero y tuvieron que dejarla a mitad. Historias a parte, es una catedral digna de ver por su belleza, espectacularidad, y porque ofrece la posibilidad de ver de cerca la gran cantidad de obras de Rubens que alberga en su interior.

Siguiendo nuestro recorrido por el centro llegamos a otra plaza: la Grote Markt. Una plaza muy al estilo Belga, parecida a la Grand Place de Bruselas, aunque más pequeña (no por ello menos bonita). De estilo renacentista flamenco muy recargado, y siempre rematado con algún toque dorado. Cada edificio de la Grote Markt, representa a una escuela de las que estaban presentes en aquella época en la ciudad (escuela de arquitectos, de orfebrería…) En esta plaza está también el ayuntamiento, del mismo estilo y con la particularidad de tener la fachada principal plagada de banderas de muchos países. Y por último, en el centro, una escultura del héroe local Brabo, cuya leyenda da nombre a la ciudad. Esta leyenda dice a grandes rasgos que un gigante pedía oro a cada barco que pasaba por el río, hundiéndolo si se negaban a dárselo. Hasta que Brabo, se enfrentó a él y le corto la mano, arrojándola al río, y de ahí el nombre “Ant-werp” “lanzar mano”.
Una vez visitada esta plaza tienes la opción de callejear por las innumerables callejuelas de aspecto medieval en las que puedes encontrar un sin fin de rincones con encanto, restaurantes, plazas etc… Me gustaría destacar en concreto la plaza de Ossenmarkt y la de Staadswag, dos plazas llenas de encanto e historia. Sinceramente merece la pena perderse por esas calles.
O por el contrario seguir un poco hacia el oeste hasta llegar al río Escalda, que ofrece espectaculares vistas, y rincones apartados donde sentarse en el césped a contemplar el atardecer y alguna que otra embarcación.
Otros sitios muy a tener en cuenta son la casa de Rubens o el barrio modernista de Zuid, con su museo de Bellas Artes.


Y por la noche no acaba, ni mucho menos, la actividad en Amberes. Tanto si lo que quieres es sentarte y tomarte unas cervezas (pintges), moverte en algún pub, o acabar en una discoteca, Amberes ofrece infinidad de oportunidades:
Si quieres sentarte en algún sitio cálido con buen ambiente y buena cerveza, no hay mejor opción que Kassa 4 en Ossenmarkt, aunque muy cerca también podrás encontrar otras opciones como Barracuda o el pub Salamander (muy indicado para los erasmus) el Bar Mondial, Chill-In, y otros muchos de los que no recuerdo el nombre. Además es normal encontrar “happy hour`s” en los que la cerveza está casi regalada. (no exagero, el primer martes de cada mes podías encontrar un happy hour de ¡¡cervezas a 1 céntimo!! En el bar De Vettige Swa, en Ossenmarkt) Luego puedes rematar la noche acudiendo a una discoteca entre las que yo destacaría el Red&Blue (es una discoteca para gays y lesbianas excepto los jueves, que va todo el mundo y se organizan auténticos fiestones) El café d’Anvers, en pleno barrio rojo (cuya función es de sobra conocida por todos) la discoteca Noxx (muy buena también aunque un poco lejos) Café Capital (en pleno stadspark) Café Local y un largo etc… Y lo mejor de todos estos sitios, es que la mayoría son baratos o gratis.

Escrito por: Jónatan Pérez

1 comentario:

  1. Que gran articulo Jona! Asi me gusta nen, seguro que Willy el Comepapas estará muy orgulloso (esto último no viene a cuento, pero es para que sepas quien soy xD)

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